Empatía

¿Y usted cree señor que que a mi no me gustaría estar en este momento con el micro en la mano, haciendo una muy buena nota sobre la gente irresponsable que ocupa las calles y vende productos chinos y no paga impuestos y destruye el país con su informalidad. Y luego subir a la camioneta del canal, cerrar la puerta y sentir lo fresco que es el aire acondicionado hasta llegar a su cómoda isla para entregar su trabajo al editor y luego ir a casa, sabiendo que la quincena llegará a tiempo y el combo está asegurado, como asegurados están también los regalos de los sobrinos, que ya pide por Linio para que lleguen a tiempo?

Pero ¿A usted señor le gustaría en cambio, estar ahora donde yo estoy, desde las 6 de la mañana que llegue con mi mesa y mi costal de juguetes para ganar este sitio y defenderlo a puños de gente que como yo, literalmente lucha por el espacio que le dará la oportunidad de chambear y llevar el diario a casa? ¿No crees no? La calle si es dura.

El sol ya quema jefe. Cuando te levantas en Villa El Salvador a las 4 y tienes que viajar dos horas en micro para llegar temprano aqui, a la calle, te deshidratas jefe. Y da sed, pero la botella de agua está a luca, y esa luca se gana si vendes dos carritos de a cinco cada uno. Y puede ser la diferencia en completar para el mercado de mañana, o no…

Te voy a hablar claro:

Piensa tío, el día no es igual para todos. Y aunque no lo veas, mi chamba vale igual que la tuya. ¿Y sabes por qué? por qué a las finales tu plata y la mía se convertirán en pan para los chicos.

Piensa bien, luego graba o escribe, pero escribe con base; la moneda tiene dos caras causa; tú puedes también ser también quien mejore un poquito las cosas. La pluma pesa tío.

Piensa.